lunes, 15 de noviembre de 2010

El asqueroso mundo de las oposiciones

Hace tiempo que no vengo por aquí, y es que ahora ando muy liada. Como ya avancé en anteriores artículos ahora ya no pertenezco al colectivo de interinos, ahora soy funcionaria (que bien suena!), pero eso sí, funcionaria en prácticas. Y los que no estáis dentro del mundillo educativo seguramente no sabéis de que estoy hablando, pero no os preocupéis porque para eso estamos aquí.

También comenté hace tiempo que un día hablaría del asqueroso mundo de las oposiciones, y no sé por qué hoy he pensado que hacía mucho tiempo que no escribía en el blog y al leer antiguos artículos me he inspirado.

Hablemos de ello.

Oposiciones. Para algunos un chollo, para otros una pesadilla. Un chollo para los que piensan que sacarla es fácil y la recompensa es un regalo. Una pesadilla para aquéllos que lo intentan año tras año y sufren sus consecuencias. Pero, ¿cuál es la realidad?

Uff, no estoy preparada para responder a esta pregunta, así que os contaré mi experiencia para que vosotros mismos podáis opinar.

Mi experiencia es la de una chica de sobresaliente, de las que en su vida han suspendido un examen. Una chica capaz de organizarse y combinar diferentes estudios, trabajo, vida social...
Un día decide apuntarse a una academia para preparase las temidas oposiciones y pone en ello todo su empeño. Esta chica, que soy yo, toma una difícil decisión (aunque muy común dentro del cuerpo de maestros), como es optar por presentarse por una especialidad diferente (en mi caso me preparé para primaria aunque mi especialidad es la música). Decidí hacerlo porque los rumores apuntaban a un fuerte aluvión de plazas de primaria, mientras que los pronósticos para música eran poco esperanzadores.
Esto, lo del cambio de especialidad, es una baza que los maestros podemos jugar a nuestro favor en estos casos, aunque en muchos de ellos (como estoy convencida que fue el mío), no salga como pronosticamos, y os cuento por qué.
Normalmente el anuncio del número de plazas ofertadas por Consellería sale en el segundo trimestre (incluso a veces en el tercero). Pero los opositores normalmente comienzan a prepararse en el primer trimestre. Esto provoca que algunos opositores que decidieron cambiar de especialidad por temor a no tener plazas de la suya propia, descubran que han cometido un error, porque resulta que los señores de Consellería se lo han pensado mejor y han decidido sacar plazas de música y reducir las de primaria. Esto fue exactamente lo que me ocurrió a mi, pero después de 6 meses preparándome decidí seguir adelante y probar suerte en primaria.
La verdad es que no me fue mal, todavía hay quien no entiende como con un 8,51 me quedé sin plaza, y todavía hay quien se queda con la boca abierta cuando digo que de 500 plazas me quedé la 502. Pues sí, es cierto. Con esa notaza me quedé fuera por no tener puntos (los que se obtienen con la experiencia de trabajo).


Después de esta gran decepción, traté de animarme pensando que me llamarían pronto de la bolsa, dado la buena nota que había obtenido. Y desde septiembre estaba pegada al teléfono esperando la famosa llamada que, como ya sabéis, no llegó hasta enero. En ese momento comenzó mi vida de interina, de la cual ya conocéis algunos detalles. Pero sigamos con el asqueroso mundo de las oposiciones.

Decidí presentarme una vez más por primaria, ya que el curso anterior había trabajado duro para prepararme y quería aprovechar este trabajo. De nuevo error, pues dentro de la especialidad de primaria el número de interinos es mucho mayor y mis puntos seguían siendo ridículos, así que me pasó exactamente lo mismo que el año anterior. Con la misma nota volví a quedarme fuera, mientras observaba como compañeros con una nota incluso inferior a la mía y número de puntos parecido entraban con la especialidad de música.
En este momento dije:"Se acabó". El próximo año cambio de especialidad. Me voy a la música que es lo mío, lo que de verdad me gusta, y seguro que me sale bien.


Así que esta vez decidí contar con la ayuda de un preparador personal y la verdad es que no tiene nada que ver con academia. La preparación es mucho más personal e individualizada.
Trabajé mucho, bueno mucho no, muchísimo. Y dudé mucho también. Por mi cabeza volvía a rondar la idea de primaria por el temor a no tener plazas de música, hasta que llegó la noticia de Consellería.

Número de plazas de música en la Comunidad Valenciana: 0


Aaahhhhhhh!!!!!!! no podía ser. Ahora que me estaba preparando para música decidían no sacar más plazas.

Pero entonces llegó mi salvación: Cataluña. Resulta que allí sí que sacaban plazas de música y yo ya no estaba preparada para equivocarme por tercera vez.
En este momento comencé a prepararme más duramente, pues el tiempo apremiaba. Tuve que adaptar y cambiar muchas cosas, casi empezar de cero, y todo esto con la presión de siempre y una añadida (¿me tendré que ir allí?, claro).
Y comenzó el juicio final. Fui haciendo un examen tras otro muy satisfecha de lo que hacía y pronto obtuve mi recompensa: nota más alta de mi tribunal y la segunda de toda Cataluña.


Ahora estoy dentro, soy funcionaria, pero funcionaria en prácticas. Durante el primer año somos denominados así porque todavía debemos pasar unas evaluaciones en nuestro puesto de trabajo, y una vez las pasemos ya somos funcionarios de carrera.

Después de todo el rollo que os he soltao, estaréis pensando a dónde quiero llegar. Pues sólo he querido mostrar que sacar una oposición no es nada fácil, aunque siempre os encontraréis al típico que la sacó estudiando 1 mes antes, o dejándose la mitad de temas, con una programación copiada... Estos casos pueden darse ("todos los tontos tienen suerte"), pero tampoco nos podemos creer todas las fanfarronadas que nos cuentan.
También para que se valore más la Escuela Pública, porque está formada por grandes profesionales que luchan cada día por una educación mejor.
Por último quiero dejar claro que ahora "no tengo un chollo", ni "me estoy pegando la vida padre" como pueden pensar algunos. Esto quizá pueda aplicarse a otro colectivo de funcionarios, pero no al de maestros. Yo trabajo, y trabajo mucho. Trabajo en el cole con entrega, dedicación y vocación. Y cuando termina mi horario vuelvo a casa y sigo trabajando. ¿En cuántas profesiones o trabajos después del horario laboral se continua trabajando en casa? En pocas.

Reflexionad sobre esto y valorad a los/as maestros/as, porque su trabajo es el futuro de la sociedad.